Nunca sientas lástima por Jesús, nunca digas "pobrecito" al verlo en la cruz.
Casi todo el mundo voltea a la cruz en estos días para sentir un poco de lástima y llorar.
Pablo les dijo a los Romanos que Jesús fue puesto en la cruz por Dios mismo para que se supiera por medio de este espectáculo que Dios es justo. El dilema es viejo: Dios es amor pero también es justo ¿Cómo podía amarte si eres tan pecador? ¿Cómo podía quererme si he cometido tantos pecados? Parece no haber respuesta, pero la respuesta es la cruz. Jesús fue puesto en la cruz para que Dios descargara su ira por el pecado (eso es lo que significa propiciación), y al descargar su ira, lo único que le queda es amor, amor por todo aquel que recibe a Jesucristo en su corazón.
¿Y qué pasa si no lo recibo? Vendrá un día en que la ira de Dios se descargará sobre ti
¿Otra persona pagó por mi? ¡Exactamente! Parece increible pero aún así es cierto.
¿Entonces que debo sentir por la cruz? Dale gracias a Dios por su plan tan sabio y lleno de amor, dale gracias a Jesús por haber pagado tu cuenta y al hacerlo no temas llorar, no lágrimas de lástima sino de amor por tu Salvador.