El 20 de abril de 1999. Era un día de clases como cualquier otro: Cassie Bernall, fue a su escuela, a la secundaria, la secundaría Columbine en Littleton, Colorado. Dos de sus compañeros, Eric Harris y Dylan Klebold, iban en la misma dirección pero armados con un rifle semiautomático, una pistola y una docena de bombas caseras. Todo transcurría normalmente mientras Carry hacia su tarea en la biblioteca. De repente una de las profesoras entro dando gritos diciendo que había dos jóvenes armados en el pasillo. Al Principio nadie lo creyó, pensaron que se trataba de una broma preparada por los estudiantes que estaban por graduarse. Detrás de la profesora entro un muchacho sangrando que cayo al suelo, todos trataron de cubrirse. Harris y Klebold ingresaron a la biblioteca y empezaron a disparar. Cassie comenzó a orar con insistencia. Los muchachos la escucharon. Uno se acerco y le pregunto “Crees en Dios”, ella hizo una pausa y con firmeza dijo “si”. Al instante le volaron la cabeza.
El testimonio de esta joven de 17 años recorrió todos los medios de comunicación de los Estados Unidos.Cassie dio su vida por su fe en Dios.
Es probable que no nos toque pasar lo que Cassie tuvo que pasar. Sin embargo, día tras día, aunque sea sin palabras, muchos de nuestros conocidos nos hacen la misma pregunta: ¿Crees en Dios? A veces no queremos hacer lo que dice Dios por miedo a las críticas, al desprecio, o por flojera. Arriesguémonos. Hagamos algo nuevo. No es necesario pedir permiso para mostrar que creemos en Dios cada día.
Leys Lucas., Encuentros al límite., Editorial Vida,. 2007
Publicado por:
Jehú Hdez. Lugo