Palabras para Karo.

Como muchos de ustedes saben, Karolina Puertas y su Mamá, Alicia Hernández, se mudarán de esta ciudad, eso nos pone tristes, porque han sido parte de nosotros desde hace muchos años.
Aquí pongo el discurso de despedida que esta tarde pronuncié, en muestra de cariño y amor por ellas. Que Dios las bendiga en esta nueva etapa de su vida.

PALABRAS PARA KARO.

Tula de Allende, Hidalgo, 30 de Julio de 2011

Ayer, mientras venía de regreso a Tula, pasé por cierta calle de San Marcos, y me acordé de una escena que por alguna razón ha quedado en mi memoria por los últimos 10 años. Es la escena del carro rojo del pastor saturado de gente, veníamos de una fiesta navideña, tal vez éramos 10 personas. Del auto bajaron dos ellas, una hermana joven y su hija de 7 años: “Adiós, nos vemos mañana…” una voz aguda contestó desde la banqueta “adiós”. Era la voz de Karo, la niña de siete años, que agitaba la mano mientras se despedía.

Esa fue la primera vez que conocí a Karo y su Mamá, la hermana Alicia. A partir de allí las distinguía cada vez que llegaban al templo, las reconocía. Dios permitió que comenzáramos a hacer amistad, misma que se fue fortaleciendo con los años.

Cuando Karo pasó a la secundaria, comenzó a reunirse con los jóvenes. No recuerdo haberla invitado, aunque tal vez lo hice, pero lo que si estoy seguro es que no tuve que invitarla demasiadas veces. Muy pronto se convirtió en una asistente fiel a las reuniones.

A veces un poco callada, a veces demasiado escandalosa, pero siempre en las reuniones. Si se trataba de un estudio bíblico de sábado por la tarde, allí estaba. Si se trataba de una reunión de oración se presentaba, si era una salida a jugar futbol se ponía los tenis, si se trataba de una cena de gala se ponía el vestido, si era de echar porras gritaba a todo pulmón, si se trataba de reclamarle al árbitro la teníamos que detener. Si íbamos a orar inclinaba la cabeza; si íbamos a cantar se disponía. En conciertos, brincando; en veladas, orando.

Participó en varios ministerios con JOVENES CAMBIANDO EL RUMBO:
- Visitando ancianos.
- Haciendo algunas presentaciones para las reuniones.
- Ayudando en la organización de algunos eventos.
- Invitando a sus amigas a las reuniones.

Fue esa participación constante lo que la llevó a presenciar uno de los episodios más dramáticos en la historia de la Iglesia Getsemaní, y por supuesto también de nuestras vidas. No puedo siquiera imaginar el impacto que ese evento tuvo en la vida de Karo y los otros chicos que estuvieron presentes. Ella estaba allí. Gritando como todos, llorando como todos, desesperada como todos lo estábamos.

Pero esa participación también la llevó a estar presente en algunos de los momentos más divertidos y felices que hemos tenido en JCR, como aquel torneo de futbol en Ixmiquilpan, o los congresos en Pachuca, cuando evangelizaban a cuanta persona encontraban camino a la terminal de autobuses, o aquellas fiestas navideñas simplemente inolvidables.

Pero más que todo, estoy convencido que ese compromiso que Karo mostró, es el resultado del amor de Dios, que la llamó a salvación, que perdonó todos sus pecados, le hizo una persona nueva y le renovó. Ella respondió a ese llamado arrepintiéndose de sus pecados y bautizándose, haciendo así un compromiso formal con Dios por el resto de su vida.

Karo:
Por eso hoy que te decimos adiós estamos sentimentales.
Las despedidas no son muy apreciadas. Pero tienen sus cosas positivas. Te voy a dar tres:
- Nos ayudan a mirar atrás y ver todas las cosas buenas que Dios nos ha dado: Su sustento cotidiano, los amigos, los problemas superados, las angustias olvidadas. Nos ayudan a recordar que Dios HA SIDO fiel.
- Nos ayudan a mirar nuestro estado actual: Lo que tenemos, con quien contamos, el estado actual de nuestra vida espiritual, los amigos que tanto queremos y no nos habíamos dado cuenta. Nos hacen recordar que Dios ES fiel
- Nos ayudan a mirar hacia el futuro: Las cosas que tenemos que hacer mejor, los hábitos pecaminosos que tenemos que atacar con la ayuda de Dios, las actitudes que nunca queremos repetir, enfocar nuestra vida en las cosas que valen la pena y desechar las que simplemente son basura. Nos ayudan a recordar que Dios SERÁ Fiel

Así que hoy, al decirte adiós, no es porque pensemos que nunca más te vamos a ver, o porque nunca te vayamos a visitar, sino porque sabemos que otra iglesia local te cobijará, otro pastor te vigilará, otros maestros te enseñarán, otros jóvenes te recibirán. Pero aunque tengas muchos instructores, y muchos maestros, en la vida solo tendrás un hogar, y puedes estar segura que Getsemaní y JCR son tu hogar.

Por cierto, ser JCR (Joven que Cambia el Rumbo) significa dejar las cosas del mundo para dirigirse al Señor, significa ser un joven que cambia los placeres del mal por los que agradan a Dios, significa ser un joven que se esfuerza por ser fiel a Dios en todo lo que hace. No significa que es perfecto, pero sí que se esfuerza en parecerse más a Jesucristo.

Gracias, pues, por tu fidelidad, gracias por tu compañía, gracias por tu apoyo, gracias por tu confianza. Te amamos.

Te escribo el verso de una canción que escuché hace mucho, que refleja mi convicción:

Los amigos son por siempre si Jesús es su Señor
Y Jamás se dicen “hasta nunca”, porque cerca siempre estarán
Aunque la separación es difícil sé muy bien
Que por siempre durará nuestra amistad.

Ayer, mientras venía de regreso a Tula, pasé por cierta calle de San Marcos, y me acordé… que la hermana y su pequeña niña que en aquella lejana navidad se despedían, hoy volverían a decir “adiós”.

Con cariño,
ASAEL HERNANDEZ LUGO


DIRECTOR DEL MINISTERIO DE JÓVENES
CAMBIANDO EL RUMBO, IGLESIA GETSEMANÍ.